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Creárase la soledad,
el doble de ella misma,
e incluso el triple y llegárase al siete de la nota,
al lugar del descanso, al punto geométrico,
al triángulo exacto de la transmigración perenne.

Llevo sal en la boca.
Venid a conquistarme ese arrecife, repleto de corales,
que me inunda. He salido del fondo de este plancton
y mis ojos son peces en la noche.

Fragmento de : Dolors Alberola

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